Refugio, Justicia y Misericordia: Nuestro Llamado Cristiano
Foto: "La Sagrada Familia" de Kelly Latimore Icons
Se ha hecho público que el gobierno federal ha solicitado al gobierno de Puerto Rico los nombres y direcciones de inmigrantes indocumentados que obtuvieron su licencia de conducir, con el fin de deportarlos. Esta situación no puede dejarnos indiferentes.Hace unos meses, la Iglesia Metodista de Puerto Rico expresó con claridad su postura: como seguidores de Cristo, tenemos una responsabilidad con nuestro prójimo migrante. Hoy esa responsabilidad se vuelve aún más urgente. En Génesis 4:9 leemos: “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”
Respuesta: Sí, lo somos. Lo somos en el nombre del amor, la justicia y la misericordia. Migrar no es un crimen. Buscar refugio no es un delito. Tener esperanza no debe ser castigado.
Como comunidad de fe debemos: Rechazar todo intento de criminalizar a quienes buscan una vida mejor. Denunciar cualquier acción que atente contra la dignidad humana. Afirmar nuestra vocación de ser Santuarios Seguros para quienes no tienen voz ni protección.
Esto no se trata de ideología ni de partidos. Esto se trata del evangelio. Jesús mismo fue refugiado. Su familia escapó para salvar su vida. ¿Cómo no vamos a reconocer ese mismo rostro en quienes hoy llaman a nuestra puerta?
La pregunta es: ¿vamos a mirar hacia otro lado o vamos a mirar como Cristo? La justicia, el amor y la compasión no son opcionales para quienes decimos seguir a Jesús. Hoy, más que nunca, necesitamos ser iglesia. Iglesia con las puertas abiertas. Iglesia con el corazón dispuesto. Iglesia que no teme amar.